Evocaciones particulares: “-¡Mamá, estoy aquí!”
Hace algunos meses atrás la señora … había visto desencarnar a su única hija de catorce años, objeto de toda su ternura y muy digna de sus lamentos por las cualidades que prometían hacer de ella una mujer cabal.
Esta joven había sucumbido a una larga y dolorosa enfermedad. La madre, inconsolable ante esta pérdida, veía que su salud se alteraba a cada día y repetía sin cesar que pronto ella iría a reunirse con su hija.
Informada de la posibilidad de comunicarse con los seres del Más Allá, la señora … resolvió buscar, en una conversación con su hija, un alivio a su pena.… Leer el resto ...