Una reflexión para el día de todos los Santos

Rebeca Yelo ha escrito:

Es triste y desolador cuando alguien a quien queremos, a quien amamos, abandona este plano físico. Cuando fallece, sentimos que una parte de nosotros y de nuestra vida se va con ese Ser, nos sentimos abandonados en cierta forma y un gran vacío se adueña de nuestro interior. Hemos perdido la compañía de alguien a quien amamos y que compartía experiencias de vida con nosotros.

Hoy quiero recordarnos que nuestro verdadero Ser (Ser Superior o Espíritu) y nuestra Alma son eternos. Aquí, en el plano físico, tenemos un cuerpo humano temporal (con inicio y final) y, en nuestro momento, todos abandonamos ese cuerpo físico para volver al plano álmico y al plano espiritual.

Aunque resulte a veces difícil de aceptar, cada Ser decide cuándo muere en el plano físico; por lo general, uno no es consciente de ello en su mente humana.

Los motivos de muerte física son dos: porque ya ha cumplido su misión de vida o porque se ha desviado de ella de forma irreconducible.

De esta forma, continuamos nuestra evolución en el plano álmico y nos preparamos para cuando nos corresponda una nueva oportunidad de vida, para permitirnos ponernos a prueba con lo que hemos de interiorizar y ser: pleno Amor de existencia.

Explico y recuerdo todo esto porque, si tenemos en cuenta lo que es el plano álmico, las Almas que están allí pueden conectar con el plano físico a través de nuestra Alma y cuando las llamamos también iniciamos esa conexión.

Es importante sentir Amor cuando nos acordamos de algún ser querido que ya no está en cuerpo físico. Al pensar en esa persona conectamos con su Alma y nos escucha, “escucha nuestro sentir”.

Si sentimos tristeza, es lo que recibe, esa baja frecuencia energética. Si sentimos Amor, recibe esa elevada frecuencia energética.

Como algunos sabéis, lo digo por propia experiencia al haber tenido varias ECM (“experiencias cercanas a la muerte”) y porque conecto con las Almas. Suelo explicar algunas de mis experiencias personales en mis eventos y, cuando trato el tema de la muerte física, me parece importante entender ese proceso como lo que es, una “vuelta al hogar”, un regreso a nuestra realidad álmica y un continuar la Vida.

Por todo ello, Luz y Amor a todas las Almas que están en el plano álmico.

A las que están perdidas en este plano físico (sin cuerpo físico), mucha Luz y un gran abrazo lleno de Amor para guiarlas en paz al portal del plano álmico.

Los Seres que hemos compartido Amor, nos amamos por siempre, estemos donde estemos.

Hagamos nuestros procesos de duelo. Aceptemos que en esta vida física ya no compartiremos de igual modo que antes con los seres que han abandonado el cuerpo físico.

Mas recordemos que siguen existiendo, y desde el plano álmico nos desean lo mejor para nuestra evolución personal: experimentar una vida plena de Amor y disfrutar de ello.

Todo lo que hacemos para mejorar nuestra Energía es en beneficio de todos.

Todos estamos conectados.

Nuestra felicidad y Amor llena de esa misma Energía a nuestros seres queridos en el plano álmico.

Recordémoslo y recordémoslos con una gran sonrisa de Amor y agradecimiento por todo lo compartido.

Ya nos reencontraremos en el momento que corresponda.

LUZ Y AMOR SIEMPRE

Por Rebeca Yelo. Licenciada en Psicología, Canalizadora Energética y Mensajera Espiritual. Reproducido de su perfil público de Facebook https://www.facebook.com/rebeca.yelo

Domingo; 31 de Octubre de 2021