marzo 6 2022

Idea-Clave: “Comprobar la identidad de los Espíritus”

Allan Kardec ha escrito:

Un hecho demostrado por la observación, y confirmado por los propios Espíritus, es que los Espíritus inferiores suelen adoptar nombres conocidos y respetados. En ese caso, ¿quién puede asegurarnos que los que manifiestan haber sido, por ejemplo, Sócrates, Julio César, Carlomagno, Fenelón, Napoleón, Washington, etc., hayan animado realmente a esos personajes?

Esta duda existe entre algunos seguidores muy fervientes de la doctrina espírita. Ellos admiten la intervención de los Espíritus y sus manifestacionespero se preguntan de qué modo se puede comprobar su identidad.

(…) Cuando se manifiesta el Espíritu de alguien que hemos conocido personalmente –un pariente o un amigo, por ejemplo–, sobre todo si ha muerto hace poco tiempo, sucede en general que su lenguaje guarda perfecta relación con el carácter que tenía en vidaEse es de por sí un indicio de identidad.

Con todo, casi no hay lugar para la duda cuando el Espíritu habla de cosas privadas y recuerda circunstancias de familia que sólo su interlocutor conoce. (…) A veces, en esa especie de evocaciones íntimas ocurren cosas sorprendentes, capaces de convencer al más incrédulo. El escéptico más endurecido suele quedar aterrorizado ante las revelaciones inesperadas que recibe.

(…) En cuanto a los Espíritus que se engalanan con nombres respetables, pronto se traicionan por su lenguaje y sus máximasQuien dijera ser Fenelón, por ejemplo, y ofendiese –aunque sólo accidentalmente– el buen sentido y la moral, con ese solo hecho habría puesto en evidencia la superchería.

Por el contrario, si los pensamientos que manifestara fuesen siempre puros, sin contradicciones y en todo momento a la altura del carácter de Fenelón, no habría motivos para dudar de su identidad(…) Pero ¡qué importa, en definitiva, que un Espíritu sea realmente o no el de Fenelón! Desde el momento en que sólo dice cosas buenas y habla como lo habría hecho el propio Fenelón, es un Espíritu bueno. El nombre con el cual se da a conocer es indiferente, y con frecuencia no es más que un medio para fijar nuestras ideas.

No sucede lo mismo en las evocaciones íntimas; pero en ellas –como hemos dicho– la identidad se puede obtener mediante pruebas en cierto modo patentes.

Por lo demás, es cierto que la sustitución de los Espíritus puede dar lugar a una multitud de equivocaciones, y que de ella probablemente surjan errores y, muchas veces, mistificaciones.

 Se trata de una dificultad del espiritismo práctico. No obstante, jamás hemos dicho que esta ciencia fuese cosa fácilni que pudiera aprenderse jugando. 

?‍? No nos cansaremos de repetir que el espiritismo requiere un estudio asiduo y a menudo muy prolongado.

❗ Como no podemos provocar los hechos, es preciso aguardar a que se presenten por sí mismos, y con frecuencia son causados por las circunstancias menos pensadas❗

Para el observador atento y paciente los hechos abundan, porque descubre miles de matices característicos que para él son como rayos de luz.


Por Allan Kardec. Publicado en “El Libro de los Espíritus” (1857) – Puedes descargar una copia gratuita en PDF desde este enlace:

https://cursoespirita.com/el-libro-de-los-espiritus/

Escrito por Allan Kardec

Allan Kardec

Allan Kardec. (1804-1869) es el seudónimo utilizado por el pedagogo y escritor Hippolyte Léon Denizard Rivail, considerado el codificador de la doctrina llamada Espiritismo. Nota de ZonaEspirita.com : En este perfil se publican contenidos escritos por él. Las partes subrayadas y resaltadas han sido editadas por la web.


Publicado 6 marzo, 2022 por Allan Kardec en la/s categoría/s "Blog Kardec", "Iniciación al Espiritismo

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