Para entregarnos real y profundamente a algo, tenemos que llegar a amarlo. Nos damos a nuestros hijos o a nuestros seres mas queridos, sin ningún tipo de oposición o medida. Para lograr darnos al espiritismo, tenemos igualmente que llegar a amarlo.
Y para llegar a ese estadio, debemos conocerlo primeramente a través de la lectura; comprenderlo después, lo que logramos con el estudio profundo y la intima reflexión; hasta llegar finalmente a una vivencia del mismo, de una manera natural.
Para ello, llevamos a la práctica todas las enseñanzas adquiridas, transformándolas en actos de amor en nuestro día a día.…