Tomando todo mensaje de Luiz, Emmanuel, Joanna de Angelis (etc), como inamovible palabra de Dios, nos acercamos peligrosamente al pensamiento único… y este, es vecino del sectarismo.
Por mas que detenten más luz que nosotros, a pesar de ello, Emmanuel, A. Luiz, etc NO son espíritus perfectos. Tenerlos en cuenta es bueno; guiarse por ciega devoción, no. Cuando hablamos de ser espíritas el raciocinio y el librepensamiento no pueden andar divorciados de la fe…
Lo mediúmnico tiene su lugar en el estudio y la práctica espírita, pero no será la mediumnidad y/o los autores que más nos gusten (por consagrados que sean) lo que salve y dinamice al Espiritismo, sino la lucidez en nuestras mentes y el reflejo del mensaje espírita en nuestros corazones.
Prestemos atención a la dogmatización de la mediumnidad…
No es que haya que desconfiar de lo mediúmnico (obviamente que no), sino que, en determinadas ocasiones y contextos, hay que tener la sensatez de relativizarla, y en determinados casos incluso obviarla (o cuando menos tener la libertad de ser críticos), porque alguna vez encontraremos argumentos tan personales y humanos que, por coherencia doctrinaria, nuestra conciencia sea invitada a la revisión y/o desmitificación (no despreciar o anular, ojo) de ciertas opiniones de autores y obras, por populares que sean.
Si el mensaje espírita queda solapado por lo mediúmnico, estaremos hablando de mediumnismo, no de Espiritismo…
Sin pensamiento crítico no puede haber avance.