diciembre 5 2015

Reflexión de un Librepensador (Y por lo tanto, espírita)

12234870_973940236000266_4951096346063033564_nHablando con amigos, contactos, etc que, al igual que yo, llevan varias décadas de singladura espiritista, percibo que para muchos hermanos de ideal, flota la sensación de que el Espiritismo (en cuanto a movimiento y organizaciones), se ha ido quedando atrás… nos da la impresión de que el espírita de hoy (casi en su totalidad) se ha ido acomodando en una especie de espiritualidad rancia, en ocasiones pasmosamente conservadora, más cercana a un neocatolicismo que a a las propuestas racionalistas y liberadoras de la fuente original.

Observamos en la calle o navegando por blogs y foros como otras propuestas espirituales o filosóficas irradian más cercanía, y son más trasformadoras e integradas con la espiritualidad universal (siento decirlo, pero de hecho, con frecuencia, resulta mucho más agradable y amiga la compañía de estas personas que la de los propios espíritas)… Y digo esto porque muchos son una compañía “pesada”, machacona, a menudo, marcadamente conservadora e integrista (que no integradora), lo cual es toda una paradoja si tenemos en cuenta que representan a una filosofía de luz y paz, revolucionaria y universal.

Muchos espíritas comparten esta sensación… la de que no terminamos de avanzar, aparentemente leales a la doctrina, pero en realidad mucho más leales a enfoques personalistas, de interpretaciones sesgadas, más en sintonía con tal o cual cultura autóctona de base que con la propuesta de la codificación. Y lo que es peor: ni los Congresos, los encuentros, publicaciones, etc., alejan la sensación de estar encajonados en un sistema cerrado.

¿Hemos perdido los espíritas la capacidad de consolar y la hemos invertido en el adoctrinamiento?

¿Nos hemos convertido en un subproducto filial de la mística brasilera?

¿Nos hemos acomodado en un modus operandi más burocrático que humanista?

Si escuchamos con imparcialidad, vemos que muchos activistas de este ideal, más que espiritismo, proclaman el evangelio (ojo, algo bueno y bello… pero que ya hacen los católicos y protestantes). Obvian que el Espiritismo es cristiano en cuanto a su moral, pero no es cristianismo: ¡es Espiritismo!

Para hablar del evangelio ya estaban las sectas cristianas, ¿no vino el espiritismo para algo más?

Reflexionemos.

Por Lumen para zonaespirita.com

Sábado 5 de diciembre de 2015

Escrito por Lumen

Lumen

Blogger Colaborador de Zona Espírita.


Publicado 5 diciembre, 2015 por Lumen en la/s categoría/s "Blog de Lumen", "Espiritismo", "Opinión personal", "Reflexión

1 COMENTARIOS :

  1. Pingback: Pensamientos de un espírita sin complejos (2) - Zona Espírita

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