noviembre 5 2021

Los desencarnados sienten lo que emanamos

Henrique Arcena ha escrito:

Uno de los peores momentos después de la muerte de alguien es el dolor incesante de la falta física de un ser querido.

Esta ausencia erosiona la esperanza, la fe, potencializa el sufrimiento, pero es parte del proceso de duelo que atravesamos cada uno de nosotros. ⠀

Aquellos que desencarnan y que logran asimilar que la vida continúa del otro lado y que necesitan avanzar hacia la evolución, el paso es suave, sin muchos pesos ni ataduras.

El desapego no es dejar de amar. Es comprender que la muerte es solo una nueva etapa en la continuidad de la vida. ⠀

Por eso, para quienes desencarnan, en los primeros días reciben una especie de escudo que imponen los buenos espíritus para evitar desajustes y mayor tristeza.

Se sienten pequeños al principio, ya que tampoco es fácil aprender a vivir en otra dimensión. ⠀

Pero cuando los encarnados emanan y vibran energías de amor, paz y anhelo, envueltos en lazos afectivos, los desencarnados sienten estas vivencias y las sirven de bálsamo fortalecedor para la nueva etapa de la vida espiritual. ⠀

El que llora y sufre la pérdida de alguien no daña de inmediato al que se fue, pero cuando el dolor está envuelto en revuelta y duelo, en la no aceptación de lo que ya pasó, los lamentos terminan imprimiendo dolorosos recuerdos en estos seres. ⠀

Chico Xavier dijo que la nostalgia es un dolor que duele en ambos mundos. Obviamente, nuestros difuntos nos extrañan, recuerdan las cosas buenas que vivieron. Sin embargo, esta carencia, poco a poco, se va sustituyendo por servicios de asistencia a los que se quedaron. Por eso, es bastante común que se conviertan en guías de sus amores que quedan en la materia.

Por lo tanto, en los momentos difíciles cuando el anhelo golpea con más fuerza, eleva tus pensamientos a Dios y reza una oración por aquellos que están del otro lado de la vida.

Ciertamente, escucharán tus llamadas y te ayudarán en tus necesidades, siempre que puedan acceder a las densas capas que proporciona el duelo.

La vida no termina en la tumba. La vida es eterna. El cuerpo físico muere, pero el alma simplemente cambia de plano.

Recuerde esto cuando el dolor de la nostalgia se intensifique.

Texto de Henrique Arcena. Escrito en portugués en el grupo de Facebook Espiritismo Brasil Chico Xavier Traducción Google Translate. Reproducido de la publicación publicada en el grupo de Facebook en español Central Espírita. Puedes unirte desde este enlace: https://www.facebook.com/groups/411747680144638/

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Publicado 5 noviembre, 2021 por Reproducciones en la/s categoría/s "Visión Espírita

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