septiembre 6 2020

La Mediúmnidad Intuitiva y la Percepción de Energías

¿La percepción de distintas energías en determinados ambientes y situaciones puede reconocerse como mediumnidad de inspiración o mediumnidad intuitiva?

¿En qué circunstancias puede ocurrir la mediumnidad intuitiva?

En el libro Mecanismos de la mediumnidad: el proceso de comunicación mediúmnica, publicado en portugués por la editorial CPDoc, y recién lanzado en español, en la traducción de nuestro compañero José E. Arroyo, director de la CEPA y de la Escuela Espírita Allan Kardec, de Puerto Rico, intento diferenciar entre lo que denomino vibraciones nominales, provenientes de otra individualidad (el espíritu comunicante) y vibraciones innominadas, que el fruto de la combinación de las vibraciones de millones de seres que forman un amplio espectro vibracional.

La percepción innominada es aquello que Kardec cataloga de inspiración en diversos grados; la búsqueda de un tipo de pensamiento adecuado a cada momento (de angustia, reflexión, añoranza, etc.).

El ambiente energético que se crea en cada situación aumenta la percepción del espíritu, al constituir momentos cuasi mediúmnicos o intuitivos, donde se produce una extrapolación de los límites habituales del alma.

¿Quién no se ha visto sobrecogido por una extraña sensación, por ejemplo, al entrar en un bar, donde se concentran personas, cuyo nivel sensitivo se encuentra afectado por el consumo en exceso de alcohol?

En ocasiones, esa situación es perceptible simplemente al pasar frente del establecimiento, que nos hace experimentar sensaciones que repercuten en nosotros negativamente, con una “energía” distinta a la nuestra, que nos impacta y afecta, aun cuando no consigamos entender ni percibir a ciencia cierta lo que sucede.

No hace falta ser fanático de un equipo de fútbol para percibir distintas “energías” que emanan de la muchedumbre y que se alternan rápidamente entre tensión, dolor, odio, rebelión, alegría, éxtasis…

Tampoco hace falta estar absolutamente involucrado emocionalmente con los seres que parten al mundo espiritual para que percibamos los distintos “ambientes energéticos” que se forman en cada una de las cámaras mortuorias de un velorio.

O cuán diferente es la energía de un ambiente donde acaba de suscitarse un grave desastre colectivo, como una pelea, aunque involucre a personas sin ningún tipo de vinculación afectiva con nosotros.

Además, es innegable que las percepciones que provienen de las situaciones antes descritas distan mucho de las que nos embelesan cuando entramos en contacto con el sonido de una orquesta sinfónica o de una melodía que nos “llega hasta el alma”.

O las variadas energías que se captan en diversos lugares, como en un hospital (y sus respectivos departamentos: maternidad, centro quirúrgico, enfermería o emergencia), en una iglesia, en el cementerio, en monumentos históricos o en nuestro propio ambiente de trabajo y hogar

Como bien nos enseñó Allan Kardec, la mediumnidad intuitiva o intuición mediúmnica es la acción intelectual y moral del espíritu sobre el médium (que denomina médium inspirado), que no da señales exteriores de la mediumnidad que posee. (Véase el punto 47 de Obras póstumas).

El filósofo brasileño J. Herculano Pires, al reflexionar sobre el concepto genérico y acuñado por Allan Kardec de que “todos somos médium…”, y en función del modelo propuesto por W.J. Crawford, reconoció formas variadas de manifestación de las potencialidades mediúmnicas, que clasificó como mediumnidad estática y mediumnidad dinámica.

La primera, la mediumnidad estática, concierne a la mediumnidad generalizada y natural que todos poseemos y que es prácticamente imperceptible.

La segunda, la mediumnidad dinámica, es activa. Según J. Herculano Pires, “exige desarrollo y aplicación… se desborda, agitada en fenómenos de captación y proyección”. (Mediumnidad: vida y comunicación. Edicel).

No son las vibraciones innominadas (la percepción de diferentes energías captadas en distintos ambientes) las que están presentes en una comunicación mediúmnica.

En la mediumnidad, el intercambio de vibraciones es siempre nominal, pues tiene como objeto de la transmisión los pensamientos, las sensaciones o las emociones del espíritu comunicante, lo que despierta emociones, no genéricas, sino específicas y ostensibles.

Innegablemente, mientras tanto, es forzoso reconocer que las vibraciones innominadas se constituyen en modalidades genéricas de procesos intuitivos (los distintos grados de la intuición a que me refiero en el libro y que obviamente no se restringen a la intuición mediúmnica) que perciben los seres encarnados por medio de diversos mecanismos psíquicos, somáticos y cognitivos.

En consecuencia, no debe confundirse la intuición y la percepción energética con la mediumnidad intuitiva, a no ser que las consideremos, como J. Herculano Pires, genéricamente, en la perspectiva de la mediumnidad estática.

Por Ademar Arthur Chioro dos Reis – Brasil

Traducción: Conchita Delgado RivasCIMA – Caracas

Traducción al español publicada en la revista Evolución. Venezuela Espírita. Revista del Movimiento de Cultura Espírita CIMA. 2ª Etapa. Nº 5. May / Ago 2019

Escrito por Reproducciones

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Publicado 6 septiembre, 2020 por Reproducciones en la/s categoría/s "Espiritismo", "Mediumnidad

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