septiembre 5 2020

Espiritismo y Parapsicología

Recordemos algunas definiciones: Allan Kardec creó la palabra espiritismo para calificar la comunicación con el más allá y la “doctrina” derivada de la enseñanza de los Espíritus.

Con eso mismo marcaba también su diferencia con el espiritualismo anglosajón, basado en una práctica experimental, pero sin una base filosófica muy precisa.

Más tarde se creó una nueva disciplina destinada al estudio científico de los fenómenos espíritas, la metapsíquica, término adoptado por Charles Richet.

Dentro de su evolución la metapsíquica se volvió cada vez más prudente y reservada respecto a la autenticidad de la manifestación de los Espíritus, ya con Charles Richet (1850-1935) y luego con Eugène Osty (1874-1938).

Un poco más tarde, se inventó el término, más genérico, de parapsicología que engloba todo lo que pudiera depender de lo paranormal como la radiestesia, el magnetismo, la psicoquinesia, la telepatía, los fenómenos ovni, las ECM, etc.

Estos cambios de apelativo no son inocentes, indican a la vez un desplazamiento semántico y una perspectiva diferente en el enfoque de los fenómenos.

Metapsíquica significa “más allá del” psiquismo, pero no indica, de ninguna manera, la noción de espíritu desencarnado que estaba contenida en los principios del espiritismo.

Y parapsicología significa “al lado de” la psicología, lo que es todavía más nebuloso, pudiendo incluir todo lo que se quiera poner allí.

Pero en todo caso, con la metapsíquica y la parapsicología, uno ya no piensa necesariamente en el estudio del otro mundo que estaba claramente expuesto en la palabra espiritismo.

Y de hecho, a través de estas ciencias menos precisas, progresivamente se ha vuelto a cuestionar y reinterpretar la manifestación de los difuntos como una simple producción inconsciente de las facultades psíquicas humanas de un médium.

En general, los parapsicólogos han tenido la tendencia a descuidar, incluso a abandonar, toda investigación cuyo objetivo era anteriormente la puesta en evidencia de la manifestación de los Espíritus.

Con el pretexto de que es difícil, y hasta imposible, según ellos, conseguir la prueba formal de esta manifestación, se han interesado sobre todo en los fenómenos psíquicos, es decir aquellos que dependen de las capacidades del espíritu humano como la telepatía, la clarividencia, la precognición o la psicoquinesia.

No obstante, el objetivo de sus antecesores había sido probar la manifestación de los Espíritus; lo que realizaron Gustave Geley y otros precursores de la metapsíquica, que trabajaron particularmente sobre los fenómenos de ectoplasmia y materialización.

Esta posición de repliegue indica una molestia que establece la duda respecto a las afirmaciones espíritas, al punto de que ciertos parapsicólogos han relegado el espiritismo al rango de creencia seudo-religiosa.

Y sin embargo, el tabú de la muerte ha sido levantado de nuevo, cuando la parapsicología retoma la cuestión de la vida después de la vida tomando otros caminos, ya que hoy en día incluye entre sus temas favoritos el estudio de las ECM iniciado por Raymond Moody y el de los testimonios de niños que recuerdan su vida anterior, investigaciones iniciadas por Ian Stevenson.

Es como si queriendo esquivar los conocimientos espíritas, se encontraran finalmente otros medios que podrían conducir progresivamente a conclusiones semejantes.

Lo que hacía decir a Rémy Chauvin* poco tiempo antes de su desaparición, que los avances de la parapsicología quizás acabarían por volvernos a llevar “a las buenas viejas teorías espíritas de Allan Kardec”.

Así, en la actualidad, las nociones de supervivencia y reencarnación vuelven a estar a la orden del día; y además en ciertos medios se trata de volver a descubrir el contacto con el más allá a través de la transcomunicación instrumental (TCI); se recurre a los videntes para las nuevas investigaciones que, por supuesto, no tienen en cuenta los principios espíritas conocidos desde hace tiempo.

Para abreviar, se evidencia claramente una necesidad de confrontar de nuevo la cuestión de la muerte.

Y si todavía los parapsicólogos más clásicos permanecen remachados a principios científicos que los frenan, otros ya no vacilan en abordar el tema crucial de la vida después de la vida, tanto es así que ya no se puede dar una definición clara de la parapsicología que se ha extendido a todos los temas y a las más diversas hipótesis.

Pero, sobre todo, más allá de las definiciones, aceptemos que las interrogantes metafísicas regresan por otras vías que, sin ser espíritas, podrían al final coincidir con los fundamentos definidos por Allan Kardec hace ya más de ciento cincuenta años.

Finalmente, no tenemos que lamentarnos por estos nuevos enfoques, excepto porque han tratado de esquivar el espiritismo durante la segunda mitad del siglo XX y hasta hoy, lo cual representa mucho tiempo perdido por haber querido eludir un problema para regresar a él por caminos indirectos.

Una prueba histórica innegable

En la historia de la metapsíquica en Francia, necesitamos regresar a un hecho hoy olvidado y que, sin embargo, es de extrema importancia: en 1919 se creó el Instituto Metapsíquico Internacional, por una parte de acuerdo a la voluntad de Jean Meyer, quien fue el generoso patrocinante, y por otra con la participación de Charles Richet, el doctor Gustave Geley y el profesor Rocco Santoliquido quienes fueron sus Dr. Gustave Geley primeros directores.

Fue en el seno de esta excepcional fundación que se realizaron rigurosas experiencias.

Recordemos en particular las que se realizaron con los médiums Franek Kluski y Jean Gusik, en París y Varsovia, experimentos de ectoplasmia conducidos por Gustave Geley y de los cuales algunos fueron iniciados y controlados por él mismo.

Utilizando la técnica de los moldes inventada por el profesor Denton, hizo series de experimentos en presencia de científicos del momento, peritos y alguaciles, dejando a la posteridad sus famosos moldes ectoplásmicos, que siguen siendo, hasta el día de hoy, la prueba irrefutable de materializaciones de manos producidas por una inteligencia (inteligencia indeterminada según los parapsicólogos, inteligencia de un espíritu desencarnado según los espíritas) en presencia de un médium.

Y, en la hipótesis a veces lanzada, de manipulación por parte de un ilusionista, en todo caso hasta hoy, ningún prestidigitador ha encontrado la solución…

La razón debe someterse, pues, ante los hechos e igualmente al respeto por el investigador espírita que fue Gustave Geley, así como de los médiums comprometidos junto con él y que sufrieron mucho para obtener esos resultados.

Estos experimentos del pasado fueron realizados igualmente en otros países, pero los únicos rastros que quedan de ellos son los moldes de Gustave Geley, conservados en el Instituto Metapsíquico de París.

Demos gracias a este Instituto por haber expuesto por una vez (**) estos moldes que por algunos decenios permanecieron en cajas al abrigo de las miradas, luego en armarios, y eso, ante el desconocimiento de todos, aparte de algunas personas muy informadas como los espíritas.

La ectoplasmia aquietada

El fenómeno de la ectoplasmia tuvo sus testigos y sus médiums hasta los años 1920, y después del fallecimiento de nuestros pioneros como Gustave Geley (1924) o Gabriel Delanne (1926) no se encuentran más rastros históricos de él.

Y sucede lo mismo en otros países europeos o americanos, donde igualmente esas famosas mediumnidades llamadas de ectoplasmia han escaseado.

Necesitamos entonces tratar de comprender por qué.

El período de estos fenómenos físicos se ubica entre el decenio 1870 y los años 1920.

Hubo en particular los experimentos de William Crookes con la joven médium Florence Cook (materialización del espíritu Katie King 1872-1873) y al final del período los experimentos de Gustave Geley, Charles Richet y Gabriel Delanne a comienzos de los años 20.

Desde entonces, las experiencias de ectoplasmia se han vuelto mucho más raras, hasta una casi desaparición del fenómeno hoy en día.

Diversas razones pueden explicar esto. En primer lugar, hasta los años 20 hubo una voluntad decidida de varios investigadores, dentro de una dinámica que le era propia a estos representantes del espiritismo científico y la metapsíquica.

Después de la desaparición de estos personajes, que estaban comprometidos en un trabajo junto a médiums de efectos físicos, es probable que estos médiums ya no hubieran sido más solicitados desde un punto de vista científico, igualmente probable es que ya estuvieran muy cansados y debilitados por el conjunto de trabajos efectuados.

Lo cierto es que, después de este Dr. William Crookes – Katie King período, se encuentran pocos documentos que den testimonio de la continuidad de los experimentos.

Por nuestra parte, tenemos la costumbre de decir que estas experiencias de ectoplasmia fueron ampliamente suficientes, pues se extendieron por unos cincuenta años, dejando para la posteridad un cierto número de libros con sus informes y actas, fotografías y moldes ectoplásmicos.

Era necesario inevitablemente que el mundo científico tuviera sus pruebas, lo cual se consiguió por la perseverancia de los investigadores y los sufrimientos infligidos a los médiums, tratados a veces como simples sujetos de laboratorio.

Después del período metapsíquico, se ha evolucionado más hacia las mediumnidades llamadas de efectos inteligentes, como la clarividencia o la escritura, mientras que las mediumnidades de efectos físicos (***) se han enrarecido, aunque por nuestra parte, desde 1974, tuvimos apariciones, desplazamientos de objetos y materializaciones a través de la mediumnidad de Michel Pantin.

Sin embargo, nuestra experiencia ha tomado una dirección esencialmente filosófica, según la voluntad de los Espíritus con un deseo de instrucción, de conocimientos y de reflexión, a fin de comprender mejor el más allá y su manifestación, e igualmente para afinar y precisar puntos importantes de metafísica, ética y moral.

Si el espiritismo es la ciencia del alma, que puede ser estudiada a partir de protocolos científicos, es también y sobre todo, la posibilidad dada a los Espíritus de expresarse bajo diferentes formas, para definir el sentido de la existencia encarnada o desencarnada y el sentido de lo universal, apropiado para despertar las conciencias humanas, en reflexión y acción, para indicar un rumbo a una humanidad perdida en sus contradicciones.

En espiritismo, es pues el contenido filosófico o metafísico lo que aporta sentido y comprensión a principios universales y divinos.

Lo cual no impide a la ciencia, por su parte, aportar su tributo como lo hizo con determinación durante el período metapsíquico, un período que sería un error olvidar, porque es un patrimonio histórico importante que forma parte de una demostración.

Sería un gran error querer ocultar experimentos que se realizaron con un excepcional rigor y cuya memoria debe conservarse, en la medida en que ellos forman parte integrante de una continuidad espírita única e indivisible, la continuidad de la manifestación de los Espíritus que, bajo diferentes formas, han contribuido a consolidar las tesis convertidas en certezas, tanto en el plano de la demostración filosófica como en el plano de la prueba científica.

REFERENCIAS___
* Remy Chauvin (1913-2009): biólogo y entomólogo francés, se interesó por diversos temas de lo paranormal.
** Del 18 de octubre de 2012 al 20 de enero 2013, en la casa de Víctor Hugo, plaza de los Vosgos en París, con motivo de la exposición “Entrada de los médiums”, fueron expuestos los moldes ectoplásmicos.
*** Según la terminología de Allan Kardec en su Libro de los Médiums, los efectos físicos conciernen a todo lo que es del orden de las manifestaciones fantasmales (apariciones, golpes y ruidos, desplazamientos de objetos, y fenómenos de aportaciones y materializaciones). Los efectos llamados inteligentes se refieren a los mensajes de los Espíritus, ya sean obtenidos por clarividencia, escritura inspirada, escritura automática, sueño magnético, incorporación o en mediumnidades artísticas y terapéuticas. En realidad, efectos físicos y efectos inteligentes pueden conjugarse en un mismo médium como fue el caso, por ejemplo, de Michel Pantin.

Por Jacques Peccatte – Francia

Traducido por Ruth Newman

Traducción al español publicada en la revista Evolución. Venezuela Espírita. Revista del Movimiento de Cultura Espírita CIMA. 2ª Etapa. Nº 5. May / Ago 2019

Escrito por Jacques Peccatte

Jacques Peccatte

Presidente del Cercle Spirite Allan Kardec de Nancy (Francia)
Redactor Jefe de Le Journal Spirite.
Más información en http://www.spiritisme.com


Publicado 5 septiembre, 2020 por Jacques Peccatte en la/s categoría/s "Ciencia", "Espiritismo", "Historia del Espiritismo

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