agosto 21 2020

¡El Diálogo entre Fe, Razón y Duda!

¡La fe no excluye la duda! En el Espiritismo, la duda dialoga filosóficamente con la fe.

El argumento de la “verdad absoluta”, en cualquier área del conocimiento, es un “error absoluto”.

En el ejercicio intelectual, en la búsqueda del conocimiento y de la construcción de la fe, no se debe desconsiderar los límites naturales de cada uno y la posibilidad del autoengaño.

¡Certezas y dudas forman parte de ese recorrido!

La duda puede ser un instrumento, como fue para Descartes en la filosofía, capaz de conducir hacia el análisis y rechazo de ciertas opiniones o conocimientos instituidos por las tradiciones.

La duda parte de una incertidumbre sobre determinado asunto.

Si ese asunto se refiere a las cuestiones religiosas y existenciales, entonces, esa “duda” podrá llevar ciertas angustias.

En ese caso, puede ser considerada una “duda natural”, cuando viene acompañando al individuo en su caminata existencial, o una “duda despertada” cuando es generada por una situación externa.

Por ejemplo, al enfrentarse a la muerte de una persona querida, podrá despertar en el sujeto dudas sobre la existencia de Dios y el sentido de la vida.

El evento “muerte”, generador de “angustias”, a veces, se vuelve capaz de desencadenar dudas.

Dudas y angustias pueden motivar un proceso de búsqueda por respuestas más consistentes.

En esa jornada personal, recorrerá el sujeto innumerables posibilidades explicativas, sintonizándose con aquella que mejor apacigüe sus angustias emocionales e inquietudes intelectuales.

La relación o la proximidad entre fe y razón siempre representaron una frontera de difícil diálogo en el territorio del conocimiento.

Aparentemente, fe y razón son elementos divergentes, pues la fe lleva consigo una profunda carga religiosa, a veces asociada al misterio, mientras que la razón se presenta en el ámbito del saber abierto, propio de la filosofía y de la ciencia.

El filósofo Erich Fromm observó que: “Mientras la fe racional es el resultado de la actividad interior de la persona, en pensamiento o sentimiento, la fe irracional es la sumisión a determinada cosa que se acepta como verdadera, independientemente de si es o no”.¹

Kardec realizó la crítica de la fe irracional, dogmática o ciega.

En sesión en la Sociedad Parisiense² tiene la oportunidad de dialogar con el espíritu de un sacerdote que desencarnó adversario del Espiritismo.

El diálogo es muy esclarecedor, pues aborda el problema de la creencia y de la fe racional.

Enfatiza el discípulo de Pestalozzi, que el Espiritismo deja a cada uno la entera libertad de examinar sus principios.

Cualquier principio basado en el error cae por la fuerza misma de las cosas.

Así, las ideas falsas puestas en discusión muestran su lado débil y se borran ante el poder de la lógica y de los hechos.

No pocas veces nos encontramos con estudios espíritas distantes de lo que preconizaba Kardec, pues a los participantes les está vedado el análisis y discusión de los textos.

Cualquier estudio serio de la filosofía espírita debe permitir el espacio al debate fundamentado, al análisis estructurado en argumentos responsables y lógicos, en vez de lecturas interminables y agotadoras sin ningún aprovechamiento.

Dogmatizar los estudios es colaborar con el enraizamiento de creencias, que ya deberían estar superadas en el medio espírita.

Kardec fue un defensor de la dialéctica, del argumento, del debate de ideas necesarias para la construcción del conocimiento y de la propia fe.

El Espiritismo, decía él, no impone una creencia ciega, pues desea que la fe se apoye en la comprensión.

Por eso, deja a cada una entera libertad de examinar sus principios y aspectos.

Sin la pretensión de poner un punto final en todo, por no tratarse de una macro teoría salvacionista, el Espiritismo postulando la fe-racional, enfatiza el papel de la duda como elemento humano y natural, en la búsqueda de un saber casi siempre relativo, consubstanciado en la progresividad del conocimiento.

Por Jerri Almeida.  El autor es Profesor de Historia, Literatura y Filosofía, además de autor del libro Kardec y la revolución en la fe.

[1] FROMM, Erich. A Revolução da Esperança. 5ª. Ed. Trad. Edmond Jorge. Rio de Janeiro: Zahar Editores, 1984. Pág. 31-32.
[2] KARDEC, Allan. Partida de um adversário do Espiritismo para o mundo dos espíritos. Revista Espírita. Outubro de 1865. P. 295. Edicel.

Artículo publicado en el Periódico Opinión, del Centro Cultural Espírita de Porto Alegre en http://ccepa-opiniao.blogspot.com/search?updated-max=2016-07-07T17:26:00-03:00&max-results=15&start=31&by-date=false

Traducción al español publicada en la revista A la Luz del Espiritismo. Publicación Oficial de la Escuela Espírita Allan Kardec. Puerto Rico. Año 3. Nº11. Septiembre de 2017

Escrito por Reproducciones

Reproducciones

Bajo este perfil se publican escritos, publicaciones o extracciones de autores puntuales o anónimos. En el caso de que esté firmado se publicarán igualmente los datos del autor/a en cada artículo.


Publicado 21 agosto, 2020 por Reproducciones en la/s categoría/s "Pensamiento crítico

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.