Todo el mundo es libre de ver las cosas a su manera, y nosotros, que reclamamos esa libertad para nosotros mismo, no podemos negársela a los demás.
Sin embargo, por el hecho de que una opinión sea libre, no se sigue de ahí que no podamos discutirla, ni examinar sus puntos fuertes y sus puntos débiles, ni sopesar sus ventajas y sus inconvenientes.
Decimos esto respecto de la negación de la utilidad de la oración, negación que algunas personas desearían erigir como sistema, a fin de convertirla en la bandera de una escuela disidente.…