diciembre 3 2020

Blog Juanma: 3 Consejos

Juan Manuel Ruiz González ha escrito:

1 – Si quieres que el Espiritismo sea más conocido y mejor comprendido, despréndete de términos como “evangelizar” (y similares); por sensatez, pero también por respeto a las fuentes originales…

Hay expresiones que nunca pertenecieron a su corpus doctrinario, por más que se hayan hecho populares en territorios concretos y ambitos culturales particulares.

2 – Para ser un buen y útil espírita no es indispensable formar un grupo, asistir a congresos o dar una charla por Internet; basta que, sensibilizado con su mensaje, (con responsabilidad y paz) prestes atención a tu autoreforma

Las actividades externas tienen su lugar, pero mucho más relevante es el trabajo interior: sin Espiritismo interno toda actividad pública (por reconocida que sea) es una cortina de humo…

3 – Se puede mantener una actitud abierta y comunicadora sin necesidad de recurrir al adoctrinamiento; es la diferencia entre aleccionar y transmitir.

El Espiritismo no vino para convertir o conducir de manera aleccionadora sino para apoyar y transmitir; pero aún esto debe hacerse de manera natural y fraterna, cuando toque y sin recurrir al proselitismo

Nuestro deber no es “hacer espíritas” sino transmitir la reflexión espírita… Aclara las dudas que el Espiritismo resuelve, apoya y consuela, esto es lo más importante, porque para hablar o divulgar el Espiritismo no hace falta hacer engrosar las filas del mismo.

Por Juan Manuel Ruiz González, a 2 de diciembre de 2020

Escrito por Juanma

Juanma

Juan Manuel Ruíz González es miembro de la Asociación Espírita José Grosso de la ciudad de Córdoba (España) y fundador del grupo de Facebook “Doctrina Espiritista 2.0”. También escribe artículos en publicaciones espíritas como el periódico madrileño “El Ángel del Bien” y es asiduo colaborador de la web Zona Espírita.


Publicado 3 diciembre, 2020 por Juanma en la/s categoría/s "Blog de Juanma", "Opinión personal

1 COMENTARIOS :

  1. AvatarBy Vicente Lumbreras on

    Excelente reflexión. Transmitir, de acuerdo a la persona con la que comunicamos, porque no todos necesitan los mismos alimentos ni las mismas cantidades. El proceso interior, inevitablemente, se muestra a través de nuestros actos, y es el ejemplo el verdadero modo de transmitir. Ofrecer, pero no imponer, ni siquiera de un modo sutil, porque la mejor lección que podemos dar es mientras escuchamos. Un fraternal saludo

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