♦ Diversidad de formas de ser Espírita
Susana Gómez ha escrito:
El Espiritismo hoy en día es una Doctrina, (Ciencia) que, admite distintas formas de creer, y más todavía, ser espírita.
Cuando uno revisa la teoría Espírita se da cuenta que no hay ninguna imposición de cómo ser espiritista, todo está en creer y respetar los ocho principios básicos que sustentan esta Doctrina.
Es decir, que el espiritismo no es una “camisa de fuerza”, que obligue a creer en determinada forma de espiritismo.
En esta parte, es donde— diría yo— entra en juego la ley del Libre Albedrío.
¿Qué quiere decir esto? La forma más sencilla de explicarlo, es diciendo yo creo en el espiritismo, o también, yo soy espiritista, lo estudio y lo práctico como me siento bien.
Sin tener que entrar en prohibiciones que dan los “Centros”, porque viéndolo bien, esa es cuestión solo de los dirigentes, con lo cual el espiritismo libre, crítico y contemporáneo no tiene nada que ver.
¡El Espiritismo es libertad! Lo cual, desde luego, no se debe confundir con anarquía, el “Centro” o “Escuela” tiene sus preceptos y estatutos que ordenan como debe ser el comportamiento y conducta del miembro Espírita dentro del recinto.
Todos cabemos en el Espiritismo. Pero algo muy presente en que para ser espíritas, hay que renunciar a los rituales, a las adoraciones, al horóscopo, adivinación, a las malas palabras, al odio, la envidia, los caprichos, el materialismo. Hay que usar el BIEN COMÚN.
Por Susana Gómez (Espirita Iquique Chile) Publicado en su perfil público de Facebook Sábado 11 de Diciembre de 2021
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No estoy de acuerdo. En mi humilde opinión Espiritismo hay solamente uno, y no caben interpretaciones. Tampoco estoy de acuerdo en eso de “creer”; el espiritista no cree, el espiritista sabe, conoce, razona. El espírita no tiene que renunciar a ningún ritual, por la sencilla razón de que no existen rituales ni adoraciones en la doctrina espiritista, si en algún lugar los hubiere, ya no sería Espiritismo, sería otra cosa. El Espiritismo pues, no se practica.
El Espiritismo no impone nada, nunca ha impuesto nada, y solamente hay una forma de ser espírita: amando al prójimo como a uno mismo; todo lo demás son sucedáneos, pero no son Espiritismo.